Ymir - El protogigante nórdico y creador del universo

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Stephen Reese

    Gigante hermafrodita y materia misma del universo, de Ymir se habla poco, pero está en el centro mismo del mito nórdico de la creación. Su muerte a manos de tres dioses nórdicos dio lugar a la creación de la Tierra.

    ¿Quién es Ymir?

    En la mitología nórdica, Ymir es el primer gigante que nació en el universo. Su nombre significa Screamer También se le llama a veces Aurgelmir lo que significa Criba de arena/grava.

    Según el autor islandés de la Prose Edda, Snorri Sturluson, Ymir nació cuando el hielo de Nilfheim y el fuego de Muspelheim se encontraron en el abismo de Ginnungagap Esto hizo que el hielo se derritiera y las gotas crearan a Ymir.

    Como resultado, Ymir no tenía padres. Tampoco tenía a nadie con quien relacionarse o procrear. Todo lo que tenía era la vaca Audhumla, que lo amamantó y alimentó con su leche. La vaca también fue creada por gotas de hielo derretido que se juntaron. Sus pezones produjeron cuatro ríos de leche que él bebió.

    El padre y la madre de los dioses y los gigantes/Jötnar

    A Ymir no le afectó la falta de otros gigantes con los que relacionarse. Cuando llegó a la edad adulta empezó a engendrar otros gigantes (o jötnar) de sus piernas y del sudor de sus axilas de forma asexual.

    Mientras tanto, la vaca Audhumla se alimentaba de un lamer de sal, que al parecer también había surgido misteriosamente del vacío cósmico. Mientras lamía, otro ser se autoconcebía dentro del lamer de sal: el primer dios Æsir (Aesir o Asgardiano): Buri. Más tarde, Buri tuvo un hijo, Borr, que se apareó con Bestla, uno de los gigantes de Ymir.

    De la unión de Borr y Bestla surgieron los tres hermanos Æsir - Odin De ellos y de otros gigantes de Ymir surgió el resto del panteón de los Æsir.

    En otras palabras, Ymir es el padre de todos los gigantes y jötnar, así como el abuelo de todos los dioses.

    Creador del mundo

    Ymir puede nacer del choque de Niflheim y Muspelheim, pero al mismo tiempo, también es responsable indirecto de la creación de los Nueve Reinos. Esto ocurrió cuando Odín, Vili y Vé mataron a Ymir y crearon el mundo a partir de su carne. Todo el evento se describe en el poema en el Edda poética conocido como Grímnismál (Song of the Hooded One) así:

    De la carne de Ymir se creó la tierra,

    Y de su sudor [ o, en algunas versiones , sangre] el mar,

    Montañas de hueso,

    Árboles de pelo,

    Y de su cráneo el cielo.

    Y de sus cejas los alegres dioses hicieron

    Midgard, hogar de los hijos de los hombres

    Y de su cerebro

    Esculpieron las nubes sombrías.

    Así que, técnicamente hablando, Ymir no creó el mundo, sino que el mundo fue creado a partir de él. Como tal, la importancia de Ymir no puede ser exagerada.

    Importancia de Ymir

    El simbolismo de Ymir es claro: es el primer proto-ser y una personificación del vacío en el universo. En este sentido, Ymir puede compararse con el Caos de la mitología griega.

    El gran vacío de Ginnungagap también es un símbolo del caos: engendró a Ymir, al igual que éste siguió engendrando más y más gigantes y jötnar. La única forma de poner orden en el caos era matando a Ymir, lo que hicieron los dioses, que mataron al creador original del universo y así crearon el mundo.

    Durante el Ragnarok En el siglo XIX, el acontecimiento apocalíptico de la mitología nórdica en el que el mundo tal y como lo conocían los nórdicos llegaría a su fin, el proceso se invertirá. Los gigantes, hijos de Ymir, atacarán Asgard, destruirán a los dioses y devolverán el universo al caos, poniendo fin al ciclo para que pueda comenzar uno nuevo.

    Representaciones de Ymir

    El símbolo principal de Ymir es la vaca que lo alimentaba. A menudo se le representa junto a la vaca, que era su compañera y nutridora.

    A menudo se representa a Ymir siendo atacado por los tres hermanos -Odín, Vili y Vé-, que finalmente lo vencerían y crearían la tierra a partir de su cuerpo.

    ¿Qué simboliza Ymir?

    Ymir es la personificación del cao y un símbolo del vacío que existía antes de la creación. Significa el potencial no realizado. Sólo dando forma a este vacío y formándolo de nuevo, los dioses son capaces de crear el mundo, poniendo orden en el caos.

    Incluso el nombre Ymir es simbólico, ya que significa el papel de Ymir como caos. Ymir significa Gritón. Un grito es un ruido sin significado ni palabras y es ininteligible, como el propio caos. Al matar a Ymir, los dioses estaban creando algo de la nada, formando un significado a partir de un grito.

    Ymir en la cultura moderna

    Aunque Ymir está literalmente en el centro de toda la mitología nórdica, no es muy conocido en la cultura pop moderna. Sin embargo, su nombre aparece en varios videojuegos y anime.

    En los cómics de Marven, un gigante de la escarcha llamado Ymir es un enemigo frecuente de Thor En el manga y el anime japoneses Ataque a los Titanes Un Titán llamado Ymir es el primero en existir.

    En el Dios de la Guerra Ymir se menciona varias veces y aparece en un mural. En el juego MOBA de PC Golpea, incluso es un personaje jugable.

    Conclusión

    Ymir es uno de los personajes más singulares e intrigantes de la mitología nórdica. Personificando el caos y el universo antes de la creación, la muerte de Ymir fue un paso necesario en la creación del mundo. Al dar forma a su cadáver, los dioses pudieron poner orden en el mundo y crear un nuevo sistema que duraría hasta el Ragnarok.

    Stephen Reese es un historiador especializado en símbolos y mitología. Ha escrito varios libros sobre el tema y su trabajo ha sido publicado en diarios y revistas de todo el mundo. Nacido y criado en Londres, Stephen siempre tuvo un amor por la historia. De niño, pasaba horas estudiando detenidamente textos antiguos y explorando antiguas ruinas. Esto lo llevó a seguir una carrera en investigación histórica. La fascinación de Stephen por los símbolos y la mitología surge de su creencia de que son la base de la cultura humana. Él cree que al comprender estos mitos y leyendas, podemos comprendernos mejor a nosotros mismos y a nuestro mundo.