Seguro que alguna vez has experimentado esto: probar algo por primera vez y tener un éxito asombroso. Puede tratarse de un juego al que nunca has jugado o de un plato que has preparado por primera vez. Siempre es sorprendente que una persona gane un juego al que nunca ha jugado, sobre todo si le ganas a los veteranos. A esto lo llamamos suerte de principiante.

Cómo funciona la suerte del principiante

El concepto de suerte del principiante se asocia normalmente a los novatos que tienen éxito en su primer intento en un juego, actividad o deporte, pero tienen menos probabilidades de ganar a largo plazo.

Por ejemplo, a menudo oímos hablar de este término en los casinos cuando los novatos ganan a los jugadores habituales del casino en un juego. O cuando un jugador de tragaperras novato se lleva el bote. En cierto modo, este éxito puede atribuirse al azar, pero hay varios factores que contribuyen al éxito de un novato.

Todo es posible

Un novato es como un niño que parece creer que todo es posible. La inexperiencia de los novatos no les molesta, sino que les da confianza para ser experimentales.

Los novatos no tienen ideas preconcebidas sobre la forma correcta o incorrecta de hacer las cosas. Esta falta de ideas preconcebidas puede llevar a la imprudencia, pero muchas veces juega a favor de los novatos, porque pueden pensar de forma innovadora y encontrar soluciones creativas.

Las actitudes y comportamientos de los principiantes tienen muchas posibilidades y resultados, que los expertos tienen dificultades para predecir, por lo que, en muchos casos, el experto no puede analizar la estrategia del novato, permitiéndole ganar.

Esto lo vemos a menudo en los deportes, donde un jugador novato sale y causa un gran impacto.

Un estado de ánimo relajado

Una persona conocida por ser excepcionalmente buena en algo se enfrenta a una enorme presión para rendir bien cada vez. Los expertos tienden a pensar y analizar en exceso cada movimiento y situación.

Las altas expectativas pueden ponerles de los nervios, tanto que luego acaban ahogándose bajo presión.

En cambio, los principiantes no se dejan llevar por las expectativas, tienen una actitud más despreocupada y a menudo asumen que perderán frente a los veteranos debido a su falta de habilidad o experiencia.

En pocas palabras, los expertos tienden a atragantarse, mientras que los novatos se relajan y se divierten. Las victorias conseguidas por los novatos no son necesariamente por suerte, sino más bien el resultado de que sus cerebros están más a gusto y funcionan de forma diferente a los de los expertos o veteranos.

No confiar excesivamente en la intuición

Pensar o analizar en exceso puede ser la perdición de cualquier veterano o experto, pero hay otra causa de su caída: confiar excesivamente en su intuición.

La mayoría de los veteranos ya han desarrollado la memoria muscular, ya que hacen las cosas de forma rutinaria y constante. Muchas veces, confían tanto en la memoria muscular que ya no pueden reaccionar rápidamente ante nuevas situaciones.

Por el contrario, los novatos no tienen memoria procedimental y suelen prestar la debida atención a la situación antes de realizar un movimiento, por lo que acaban ganando a sus oponentes veteranos.

¿Qué es el sesgo de confirmación?

La superstición de que la suerte de los principiantes puede aflorar también puede atribuirse al sesgo de confirmación, un fenómeno psicológico por el que el individuo es más propenso a recordar cosas que se ajustan a su visión del mundo.

Cuando alguien afirma haber experimentado la suerte del principiante muchas veces, lo más probable es que sólo recuerde la ocasión en la que ganó contra los expertos. Como resultado del sesgo de confirmación, las personas olvidan las muchas ocasiones en las que perdieron o incluso quedaron en último lugar al intentar algo por primera vez.

Conclusión

A menudo oímos a la gente refunfuñar sobre la suerte del principiante cuando un novato experimenta más éxito que los expertos. Pero al final, probablemente no es la suerte lo que está en juego para los novatos. El estado mental relajado es probablemente lo que les hizo hacerlo bien la primera vez, así como las expectativas más bajas. Además, también está el sesgo de confirmación que sólo les recuerda las veces que experimentaron ganar en suprimer intento en lugar de las muchas veces que perdieron.