Nombres de niñas vikingas y su significado (historia)

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Stephen Reese

    Los vikingos tenían varias convenciones de nomenclatura Estas tradiciones, que afectaban tanto a los niños como a las niñas, estaban motivadas principalmente por la creencia de que los nombres llevaban consigo ciertas cualidades y virtudes. Siga leyendo para saber más sobre los nombres femeninos tradicionales de la época vikinga y sus significados.

    Una breve mirada a la época vikinga

    Los vikingos fueron un grupo de pueblos marinos escandinavos y germánicos, conocidos por ser temibles guerreros, grandes constructores de barcos y comerciantes. Además, la aptitud de los vikingos para la navegación les permitió extender su influencia a territorios como Dublín, Islandia, Groenlandia y Kiev, entre otros, durante lo que se conoce como la era vikinga (750-1100 de la era cristiana).

    Convenciones de nomenclatura

    Los vikingos tenían algunas convenciones de nomenclatura que utilizaban para elegir el nombre de sus hijos. Estas convenciones incluían:

    1. Utilizar el nombre de un familiar fallecido
    2. Un elemento natural o un arma
    3. Una divinidad o cualquier otro personaje mitológico
    4. Aliteración y variación
    5. Rasgos o virtudes personales
    6. Nombres compuestos
    7. Y los patronímicos

    Cabe mencionar que los vikingos no tenían apellidos tal y como los entendemos hoy en día. En este artículo, ofreceremos algunos ejemplos de cómo funcionaba cada una de estas convenciones de nombres.

    Nombre de un familiar fallecido

    Para los vikingos, que creían que había que venerar a los antepasados, nombrar a sus hijas con el nombre de un pariente cercano fallecido (como una abuela) era una forma de presentar sus respetos a los muertos. En la raíz de esta tradición estaba la creencia de que parte de la esencia (o el conocimiento) de un pariente muerto se transmitía a la recién nacida junto con su nombre.

    Si un pariente moría cuando el niño aún estaba en el vientre materno, este acontecimiento solía decidir el nombre del próximo bebé. Esto también se aplicaba si la madre del niño moría durante el parto. Debido a esta tradición, los mismos nombres femeninos solían permanecer en las mismas familias durante largos periodos de tiempo.

    En algunos casos, los nombres comunes de los antepasados también pueden ser heredados.

    Nombres inspirados en elementos naturales o armas

    Ser paganos y guerreros, no era raro que los vikingos se fijaran en la naturaleza y en su arsenal a la hora de buscar inspiración para elegir los nombres de sus hijos.

    En el caso de las niñas, algunos ejemplos de esta tradición son nombres como Dahlia ("valle"), Revna ("cuervo"), Kelda ("fuente"), Gertrud ("lanza"), Randi ("escudo"), entre otros.

    Nombre de una diosa nórdica u otros tipos de personajes mitológicos

    Los vikingos también solían poner a sus hijas nombres de diosas, como Hel (la diosa del inframundo nórdico), Freya (la diosa del amor y la fertilidad), o Idun (la diosa de la juventud y la primavera), entre otras.

    Sin embargo, también era habitual adoptar el nombre de otros personajes mitológicos, como divinidades menores o heroínas. Por ejemplo, el nombre de Hilda ('higuera'), inspirado en una de las Las valquirias de Odín era una opción muy popular para las chicas.

    Poner nombres femeninos con la partícula nórdica antigua "As" ('dios'), como en Astrid, Asgerd y Ashild, era también una forma en que algunos padres vikingos intentaban dotar a sus hijas de cualidades divinas.

    Aliteración y variación

    Otras dos convenciones populares para poner nombres son la aliteración y la variación. En el primer caso, el mismo sonido/vocal está presente al principio del nombre del niño (los ejemplos mencionados anteriormente de los nombres femeninos que empiezan por "As" entrarían en esta categoría). En el segundo caso, una parte del nombre se altera, mientras que el resto permanece constante.

    Nombres inspirados en rasgos o virtudes personales notables

    La elección de nombres asociados a rasgos o virtudes personales notables era otra convención de nomenclatura muy extendida entre los vikingos. Algunos ejemplos de nombres femeninos que entran en esta categoría son Estrid ('diosa bella y hermosa'), Gale ('jovial'), Signe ('la que es victoriosa'), Thyra ('servicial'), Nanna ('atrevida' o 'valiente') e Yrsa ('salvaje').

    Nombres compuestos

    A menudo, los vikingos creaban nombres compuestos, utilizando dos elementos de nombre diferentes. Sin embargo, es importante entender que no todos los nombres podían combinarse con otro; un conjunto de reglas limitaba la lista de combinaciones posibles.

    Por ejemplo, algunos elementos del nombre sólo podían aparecer al principio del nombre compuesto, mientras que la regla contraria se aplicaba a otros. Un ejemplo de nombre compuesto femenino es Ragnhildr ('Reginn'+'Hildr'). Cabe destacar que cada elemento del nombre compuesto tenía un significado.

    Patronímicos

    Los vikingos no tenían apellidos para enfatizar la conexión filial entre un padre y su hijo o hija como hoy en día. Para ello, utilizaban en su lugar una nomenclatura basada en los patronímicos. Los patronímicos funcionan utilizando el nombre del padre como raíz para crear un nuevo nombre que significa 'Hijo de' o 'Hija de'. Un ejemplo femenino de esto sería Hakonardottir, que puede traducirse como 'Hija deHakon'.

    Los matronímicos también existían en las sociedades vikingas, pero su uso era mucho más raro, dado que los vikingos tenían un sistema social patriarcal (es decir, un sistema en el que el varón es el cabeza de familia).

    Ceremonias de nombramiento

    Al igual que ocurría en otras culturas de la Edad Media, dar un nombre formal a un niño era un importante rito de incorporación dentro de la sociedad vikinga. Poner un nombre a un recién nacido significaba que el padre había aceptado criar al niño. Mediante este acto de reconocimiento, los niños, incluidas las niñas, también adquirían derechos de herencia.

    Al comienzo de una ceremonia de nombramiento, el niño era acostado en el suelo, frente al padre, hecho que presumiblemente servía para que el progenitor pudiera juzgar el estado físico del bebé.

    Finalmente, uno de los asistentes a la ceremonia levantó a la niña y la entregó en los brazos de su padre. Poco después, el padre procedió a pronunciar las palabras: "Este bebé es mío, se llamará...". En este momento, el padre seguiría una de las tradiciones de nombramiento mencionadas anteriormente para elegir el nombre de su hija.

    Durante la ceremonia, los parientes y amigos de la familia también entregaban regalos al bebé, que simbolizaban la alegría producida por la llegada de un nuevo miembro al clan familiar.

    Lista de nombres femeninos de la época vikinga

    Ahora que ya sabes cómo elegían los nórdicos los nombres de sus hijas, aquí tienes una lista de nombres femeninos, junto con su significado, utilizados durante la época vikinga:

    • Áma: Águila
    • Anneli: Grace
    • Åse: Diosa
    • Astra: Tan bella como un dios
    • Astrid: Nombre compuesto que significa hermoso y amado
    • Bodil: Nombre compuesto que significa tanto penitencia como lucha
    • Borghild: Fortificación de batalla
    • Brynhild: Protegido por el escudo
    • Dahlia: Valle
    • Eir: Mercy
    • Elli: La vejez personificada
    • Erica: Poderoso gobernante
    • Estrid: Nombre compuesto que significa dios y hermoso
    • Frida: Pacífica
    • Gertrud: Lanza
    • Rejilla: Gigantes de la escarcha
    • Gro: Para crecer
    • Gudrun: Nombre compuesto que significa dios y runa
    • Gunhild: Lucha
    • Halla: Medio protegido
    • Halldora: Medio espíritu
    • Helga: Sagrado
    • Hilda: Cazador
    • Inga: Guardado por Inge (una de las deidades nórdicas de la fertilidad y la paz)
    • Jord: Hija de la noche
    • Kelby: Granja cerca del manantial
    • Kelda: Fuente
    • Liv: Lleno de vida
    • Randi: Escudo
    • Revna: Raven
    • Rugido: Guerrero
    • Sif: Esposa
    • Sigrid: La amazona victoriosa
    • Thurid: Un nombre que significa "trueno" y "hermoso".
    • Tora: Relacionado con el dios Thor
    • Tove: Paloma
    • Ulfhild: Lobo o batalla
    • Urd: El destino pasado
    • Verdandi: Destino presente

    Conclusión

    Como vemos, a pesar de tener fama de belicosos, cuando llegaba el momento de poner nombre a sus bebés, los vikingos tenían unas convenciones de nomenclatura diferentes. Sí, este pueblo nórdico solía utilizar nombres asociados a las armas y a las virtudes más apreciadas por los guerreros.

    Sin embargo, entre los vikingos también era muy importante el culto a los muertos (especialmente a los familiares), por lo que los recién nacidos solían llevar el nombre de un antepasado cercano.

    Aunque ser hija de un vikingo no implicaba necesariamente que el bebé recibiera un nombre (ya que los padres vikingos solían abandonar a los niños con defectos), una vez que la niña recibía un nombre, adquiría inmediatamente derechos de herencia.

    Se trata de una práctica bastante notable, teniendo en cuenta que la mayoría de las sociedades negaban a las mujeres el derecho a poseer cualquier bien durante la Edad Media.

    Stephen Reese es un historiador especializado en símbolos y mitología. Ha escrito varios libros sobre el tema y su trabajo ha sido publicado en diarios y revistas de todo el mundo. Nacido y criado en Londres, Stephen siempre tuvo un amor por la historia. De niño, pasaba horas estudiando detenidamente textos antiguos y explorando antiguas ruinas. Esto lo llevó a seguir una carrera en investigación histórica. La fascinación de Stephen por los símbolos y la mitología surge de su creencia de que son la base de la cultura humana. Él cree que al comprender estos mitos y leyendas, podemos comprendernos mejor a nosotros mismos y a nuestro mundo.