Altar del Día de los Muertos - Elementos explicados

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Stephen Reese

    El Día de los Muertos es una fiesta de varios días que tiene su origen en México Esta fiesta tiene lugar los días 1 y 2 de noviembre. Se cree que durante esta celebración, los espíritus de los muertos vuelven a pasar un tiempo entre los vivos, por lo que las familias y los amigos se reúnen para dar la bienvenida a las almas de sus seres queridos.

    Una de las tradiciones más significativas asociadas a esta fiesta es la decoración de altares caseros personalizados (conocidos como ofrendas en español), dedicado a la memoria de los difuntos.

    Los altares son caseros y personalizados, por lo que cada uno de ellos es único a su manera. Sin embargo, los altares tradicionales comparten una serie de elementos comunes, como su estructura, y los elementos que hay encima, entre los que se encuentran cráneos humanos modelados (hechos de arcilla o cerámica), sal, flores de caléndula, alimentos, bebidas, algunos objetos personales del difunto, velas, copal, incienso, calaveras de azúcar, agua y papel cortado recortes.

    A continuación, te presentamos la historia y los elementos de un altar tradicional del Día de los Muertos, y lo que representa cada uno de ellos.

    Los orígenes históricos del Altar del Día de los Muertos

    Las raíces del "Día de los Muertos" se hunden en la Época azteca de México En la antigüedad, los aztecas celebraban muchos rituales a lo largo del año para honrar a sus muertos.

    Sin embargo, tras la conquista de México por los españoles en el siglo XVI, la Iglesia católica trasladó todas las tradiciones indígenas relativas al culto a los muertos al 1 de noviembre (Día de Todos los Santos) y al 2 (Día de las Ánimas), para que encajaran en el calendario cristiano.

    Con el tiempo, la solemnidad con la que se celebraban estas dos fiestas fue sustituida por una actitud mucho más festiva, ya que los mexicanos empezaron a acercarse a la muerte con un particular sentido de "alegría". Hoy en día, la celebración del Día de los Muertos mezcla elementos tanto de la tradición azteca como de la católica.

    Este sincretismo es la razón por la que encontrar el origen histórico exacto de los altares del Día de los Muertos puede convertirse en una tarea difícil. Sin embargo, dado que la adoración de los antepasados está prohibida en el catolicismo, parece mucho más seguro asumir que el sustrato religioso del que surgió este elemento pertenece principalmente a los aztecas.

    Elementos del Altar del Día de los Muertos

    Fuente

    1. Estructura

    La estructura del altar del Día de los Muertos suele tener varios niveles. Se cree que esta estructura de varios niveles representa las tres capas de la creación que existe en Mitología azteca - los cielos, la tierra y el inframundo.

    Para montar la estructura del altar, los celebrantes eligen un espacio de su casa despejado de su mobiliario tradicional. En ese lugar, se despliega un conjunto de cajas de madera colocadas unas encima de otras. También se pueden utilizar otro tipo de recipientes, siempre que proporcionen suficiente estabilidad.

    Muchas personas utilizan también una mesa como base de su altar, para aumentar su altura. Toda la estructura suele estar cubierta con manteles limpios.

    2. La sal

    La sal representa la prolongación de la vida después de la muerte. Además, se supone que la sal purifica las almas de los muertos, para que los espíritus de los difuntos puedan continuar con su viaje redondo cada año.

    También cabe mencionar que en muchas tradiciones religiosas de todo el mundo, la sal está estrechamente relacionada con el comienzo de la vida.

    3. Caléndulas

    Las flores frescas se suelen utilizar para decorar el altar de los muertos, con el cempasúchil flor, o caléndulas En México, las caléndulas también se llaman flor de muerto que significa "flor de los muertos".

    Los usos rituales de la caléndula se remontan a la época de los aztecas, que creían que la flor tenía poderes curativos. Sin embargo, las creencias relativas a la caléndula han cambiado con el tiempo. La tradición mexicana actual dice que los brillantes colores naranja y amarillo y el fuerte aroma de esta flor pueden servir para que los muertos sepan qué camino les llevará a sus altares.

    Por ello, muchas personas dejan un rastro de pétalos de caléndula entre las tumbas de sus seres queridos y sus casas. Otra flor que suele utilizarse con este fin es la barro de obispo también conocido como cresta de gallo.

    4. Comida y bebida

    En el Día de los Muertos, los celebrantes también incluyen alimentos y bebidas en el altar, para que las almas de sus seres queridos puedan disfrutar, al menos una vez al año, de sus comidas favoritas.

    Algunos de los alimentos tradicionales que se sirven durante esta festividad son los tamales, el pollo o la carne en salsa de mole, la sopa azteca, las semillas de amaranto, el atole (gachas de maíz), manzanas , plátanos, y pan de muerto (Este último es un bollo dulce, cuya parte superior está decorada con dos trozos de masa cruzados, con forma de huesos.

    En cuanto a las bebidas, el agua siempre está presente entre las ofrendas a los muertos, ya que la gente cree que los espíritus tienen sed durante su viaje redondo a la tierra de los vivos. Sin embargo, para esta ocasión también se sirven bebidas más festivas, como el tequila, el mezcal y el pulque (un licor tradicional mexicano).

    Los alimentos dulces se ofrecen especialmente durante el primero de noviembre, ya que los mexicanos conmemoran a los niños fallecidos, denominados angelitos (El 2 de noviembre se asocia más a la celebración de los adultos que han fallecido.

    5. Artículos personales

    También es frecuente que se expongan en el altar algunos objetos personales de los difuntos, como forma de mantener el recuerdo de los que han partido.

    Fotografías del fallecido, ropa como sombreros o rebozos Entre los objetos personales que se colocan tradicionalmente en el altar durante esta fiesta se encuentran las pipas, los relojes, los anillos y los collares. También es habitual encontrar juguetes en los altares de los niños fallecidos.

    6. Velas y lámparas votivas

    Se cree que el cálido resplandor que proporcionan las velas y otras luces votivas ayuda a los muertos a encontrar el camino hacia sus altares, especialmente durante la noche. Las velas también se asocian con las nociones de fe y esperanza.

    También cabe destacar que en muchas comunidades católicas latinoamericanas, como la mexicana, se ofrecen velas al animas (las almas de los muertos), para que puedan encontrar la paz y el descanso en la otra vida.

    7. Calaveras de azúcar

    Calaveras de azúcar Se supone que representan a los espíritus de los difuntos. Sin embargo, estas calaveras comestibles no tienen nada de terrorífico, ya que suelen estar decoradas con expresiones caricaturescas.

    Las calaveras de azúcar se acompañan a veces de otros dulces tradicionales del Día de los Muertos, como los caramelos en forma de ataúd y el pan de muerto.

    8. Calaveras

    Moldeados en arcilla o cerámica, estos cráneos humanos confrontan a los celebrantes de esta fiesta con su mortalidad, sirviendo así de recordatorio para los vivos de que ellos también, un día, se convertirán en antepasados muertos.

    Por ello, se cree que las calaveras colocadas en los altares del Día de los Muertos no sólo representan la muerte, sino también la importancia de rendir respeto a los muertos de forma cíclica.

    9. Cuatro elementos

    El cuatro elementos se asocian al viaje que los muertos tienen que completar cada vez que vuelven al mundo de los vivos.

    En el altar, una manifestación de cada elemento se muestra simbólicamente:

    • Los alimentos están vinculados a la tierra
    • Un vaso de agua representa el elemento agua
    • Las velas están relacionadas con el fuego
    • El papel picado (recortes de papel de seda de colores con intrincados diseños) se identifica con el viento

    En este último caso, la asociación entre las figuras de papel y el viento viene dada por los movimientos realizados por el papel picado cuando una corriente de aire fluye a través de él.

    10. Copal e incienso

    Se cree que a veces los espíritus traviesos pueden intentar robar las ofrendas dedicadas a otras almas. Por eso, durante el Día de los Muertos, las familias y los amigos purifican sus casas quemando resina de copal.

    Curiosamente, el uso del copal con fines ceremoniales se remonta a la época de los aztecas, aunque el incienso fue introducido por primera vez en América Latina por la Iglesia católica. Al igual que el copal, el incienso se utiliza para ahuyentar a los malos espíritus y facilitar el acto de oración con sus fragancias.

    Conclusión

    La construcción del altar durante el Día de los Muertos es uno de los componentes fundamentales de esta festividad. Originaria de México, esta tradición mezcla elementos tanto de las ceremonias aztecas como de las católicas. Estos altares recuerdan a los difuntos, rindiéndoles respeto a su manera.

    Stephen Reese es un historiador especializado en símbolos y mitología. Ha escrito varios libros sobre el tema y su trabajo ha sido publicado en diarios y revistas de todo el mundo. Nacido y criado en Londres, Stephen siempre tuvo un amor por la historia. De niño, pasaba horas estudiando detenidamente textos antiguos y explorando antiguas ruinas. Esto lo llevó a seguir una carrera en investigación histórica. La fascinación de Stephen por los símbolos y la mitología surge de su creencia de que son la base de la cultura humana. Él cree que al comprender estos mitos y leyendas, podemos comprendernos mejor a nosotros mismos y a nuestro mundo.