¿Qué es la intuición y cómo se desarrolla?

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Stephen Reese

    ¿Alguna vez has estado en una situación que no te parece correcta? Por ejemplo, entras en una habitación y, de repente, un sentimiento inminente empieza a tirarte de las tripas. O quizás hay un olor o un sonido que irrita tu sentido del conocimiento interior.

    O qué tal este escenario: ¿Alguna vez has tenido una enorme lista de tareas y no sabes cómo organizarla? Sabes que deberías ir primero a la tienda para evitar el tráfico - y algo te dice que lo hagas primero. Pero cambias de opinión en el último minuto y terminas yendo a la tienda más tarde, sólo para darte cuenta de que tu corazonada inicial había sido correcta - hay una gran congestión debido a un coche¿Chocar?

    Todas estas situaciones potenciales y probables son aspectos variados de la intuición. Pueden abarcar actividades cotidianas mundanas o proporcionar una visión profunda que puede aportar éxito o incluso protección.

    La intuición es real

    Pero, ¿qué es la intuición? ¿No se trata de una tontería que exploran los espiritistas de la nueva era? En contra de las ideas erróneas populares, la intuición no es falsa, una farsa o un juego de estafadores. Es un mecanismo real incorporado al funcionamiento de los sentidos humanos.

    La intuición es el concepto de cómo las personas pueden tomar decisiones y acciones sin esfuerzo de pensamiento analítico; que estas decisiones provienen de un lugar profundo en el interior. Según una definición dada por Psychology Today

    "La intuición es una forma de conocimiento que aparece en la conciencia sin una deliberación obvia. No es mágica, sino una facultad en la que las corazonadas son generadas por la mente inconsciente que tamiza rápidamente la experiencia pasada y el conocimiento acumulado.

    La intuición, a menudo denominada "corazonada", tiende a surgir de forma holística y rápida, sin ser consciente del procesamiento mental subyacente de la información. Los científicos han demostrado repetidamente cómo la información puede registrarse en el cerebro sin ser consciente e influir positivamente en la toma de decisiones y otros comportamientos."

    Desafiando a los escépticos

    La idea de la intuición ha intrigado a la gente durante miles de años. Incluso los antiguos griegos y egipcios perseguían la vida con la idea de que la intuición es una forma más profunda de conocimiento que no requiere pruebas. Esta idea sobre la "prueba" es un concepto moderno y ha convertido a muchas personas en críticos y escépticos sobre la realidad de la intuición.

    Pero es posible observar la verdad de la intuición en acción. Observe a una bailarina de flamenco o de danza del vientre improvisando; es decir, no hay coreografía, sino que bailan al compás de la música. Puede que no sepan cuál será la música y, sin embargo, bailan al ritmo como si lo hubieran hecho toda su vida.

    Estudios científicos sobre la intuición

    Se han realizado muchos estudios científicos sobre el tema de la intuición. Sin embargo, uno de los más convincentes proviene de un equipo de investigadores del Universidad de Nueva Gales del Sur en 2016 Han sido capaces de demostrar, en términos científicos, que la intuición es un concepto muy real y tangible.

    Descubrieron que el desarrollo de las habilidades intuitivas no sólo informa de nuestras decisiones, sino que también puede mejorar la forma en que las tomamos. Aunque todavía hay que realizar más estudios para respaldar los resultados, sus conclusiones son bastante convincentes.

    Hay buenas razones para creer que las personas que utilizan su intuición para tomar decisiones no sólo son más felices y están más satisfechas, sino que también tienen más éxito. Estos investigadores también descubrieron que utilizar el instinto visceral permite tomar decisiones más rápidas y precisas.

    El diseño del experimento

    Los investigadores diseñaron su experimento para exponer a los participantes a imágenes fuera de su propia conciencia mientras intentaban tomar una decisión precisa.

    A los estudiantes universitarios se les mostraron o dieron estímulos en forma de "fotografías emocionales" compuestas en una nube de varios puntos en movimiento. Se puede pensar en esto de forma similar a ver la nieve en un televisor antiguo. Los participantes informaron entonces de la dirección en la que se movía la nube de puntos, a la derecha o a la izquierda.

    Mientras un ojo veía las "fotografías emocionales", el otro ojo experimentaba una "supresión continua del flash", lo que hacía que las fotografías emocionales fueran invisibles o inconscientes, por lo que los sujetos nunca sabían conscientemente que estas imágenes estaban ahí.

    Esto se debe a que cada sujeto tenía su propio estereoscopio de espejo y esto es lo que permitió que la supresión del flash continuo enmascarara las imágenes emocionales. Por lo tanto, un ojo recibió estas fotografías emocionales que fueron enmascaradas por el otro ojo que recibió las luces intermitentes.

    Estas imágenes emotivas incluían temas positivos y perturbadores, y abarcaban desde adorables cachorros hasta una serpiente lista para atacar.

    Cuatro experimentos diferentes

    Los investigadores realizaron cuatro experimentos diferentes de este modo y descubrieron que las personas podían tomar decisiones más precisas y exactas cuando veían las imágenes emocionales de forma inconsciente. Podían procesar y utilizar la información de forma subconsciente debido al recuerdo inconsciente, todo ello sin ser conscientes de ello.

    Descubrieron que incluso cuando las personas no eran conscientes de estas imágenes, podían utilizar esa información para tomar decisiones más seguras y precisas. Uno de los descubrimientos más sorprendentes fue cómo la intuición de los participantes mejoró en el transcurso del estudio, lo que sugiere que los mecanismos de la intuición pueden mejorar mucho con la práctica. La evidencia de esto vino de los participantesdatos fisiológicos.

    Por ejemplo, en uno de los experimentos, los investigadores midieron la conductancia de la piel de los participantes, o la excitación fisiológica, mientras tomaban decisiones sobre las nubes de puntos. Los investigadores observaron una marcada diferencia en la conductancia de la piel que impedía la intuición del comportamiento. Así, incluso cuando no eran conscientes de las imágenes, sus cuerpos cambiaban físicamente como reacción al contenido emocionalindependientemente de su conocimiento.

    Pasos de bebé para desarrollar la intuición

    Así pues, no sólo es posible desarrollar tus habilidades intuitivas, sino que está científicamente demostrado que puedes hacerlo. Aunque no tienes que someterte a nubes de puntos con luces parpadeantes ni visitar al gurú espiritual de tu barrio, hay algunas cosas que puedes hacer por tu cuenta.

    Calcule su nivel actual

    En primer lugar, comprueba dónde está tu nivel de intuición si aún no lo sabes. Esto significa mantener algún tipo de diario o agenda Empieza registrando con qué frecuencia sigues tus instintos en general y cuáles son los resultados cuando lo haces.

    El teléfono es un buen punto de partida. Cuando suene, comprueba si eres capaz de adivinar quién es antes de mirar o contestar. Comprueba cuántas veces aciertas de 20. Se trata de hacer algo sencillo pero que tenga significado para ti.

    Ejemplos de ejercicios

    Cuando lo tengas claro, ve un poco más allá. Organiza tu lista de tareas diarias o tu ruta al trabajo basándote sólo en la intuición, no en la lógica ni en la razón. No lo analices ni lo pienses. Una vez tomada la lista/decisión, no la varíes ni cambies de opinión (eso sí, a no ser que surja alguna emergencia).

    También puedes probar a usar una baraja para llamar cuáles son. No hace falta que empieces con algo específico, puedes empezar con los colores de la baraja: rojo y negro. Si llegas a dominar eso, entonces intenta llamar el palo. Puedes trabajarlo como quieras, pero recuerda, no memorices ni cuentes las cartas. Esto debe ser un acto puro y sin preparación.

    Anota cada ejercicio en tu diario. Indica la fecha y lo que has hecho junto con la hora, si es el caso. Al final del día, anota el éxito que has tenido. Luego, compara cada semana. ¿Ves una mejora o un deterioro?

    Algunos aspectos a tener en cuenta

    Recuerda que esto puede ser más difícil de lo que te imaginas al principio, pero de eso se trata; no se trata de pensar, sino de "sentir" las cosas. Tendrás una sensación en el estómago, en las tripas o en algún otro lugar de tu interior, que enviará una señal a tu cerebro, pero éste no participa en el proceso.

    Por lo tanto, prepárate para esperar que estas pruebas de mejora te lleven tiempo antes de que consigas un dominio sólido de ellas. Sin embargo, una vez que lo hagas, podrás impulsar las cosas aún más. Además, no se trata de experiencias precognitivas o "psíquicas", son decisiones basadas en sensaciones dentro del momento presente.

    En resumen

    La intuición no es un abracadabra de la nueva era. Es una experiencia psicológica, fisiológica y emocional real que forma parte de la condición humana. Podemos utilizarla para algo tan serio como salvarnos del peligro o para algo tan mundano como escapar del tráfico o crear una lista de tareas.

    Los que eligen confiar en ella parecen tener una vida más feliz y satisfactoria que los que optan únicamente por lo racional. Aunque ambas vías son necesarias para un ser humano bien adaptado, el aspecto intuitivo se deja pasar con demasiada frecuencia como una huida hacia adelante.

    Aunque se necesitan más estudios científicos sobre el tema, los que existen son convincentes. Es cierto que no "prueban" la intuición en sí misma, pero proporcionan pruebas sólidas de ella. Además, con tantas culturas antiguas que han adoptado el concepto durante siglos, se podría argumentar que hay algo de verdad en ello. Es posible desarrollarla con paciencia, práctica, determinación y purapura voluntad.

    Stephen Reese es un historiador especializado en símbolos y mitología. Ha escrito varios libros sobre el tema y su trabajo ha sido publicado en diarios y revistas de todo el mundo. Nacido y criado en Londres, Stephen siempre tuvo un amor por la historia. De niño, pasaba horas estudiando detenidamente textos antiguos y explorando antiguas ruinas. Esto lo llevó a seguir una carrera en investigación histórica. La fascinación de Stephen por los símbolos y la mitología surge de su creencia de que son la base de la cultura humana. Él cree que al comprender estos mitos y leyendas, podemos comprendernos mejor a nosotros mismos y a nuestro mundo.